Emprendurismo

Muchos hemos tomado la decisión de emprender aprovechando algunas aperturas que encontramos en la sociedad y que nos está brindando la tecnología, que nos sirve como soporte y nos ayuda a especializarnos, educarnos, crear redes de trabajo y nos dan una visión casi exacta de lo que buscamos. No obstante, muchas veces nos encontramos con algunos escollos normales del proceso que nos puede provocar un fuerte dolor, tanto emocional como físico.

El proceso de emprendimiento o empredurismo te causa ese dolor, ese dolor indescriptible que puede ser difícil de explicar a aquellos que no están viviendo el momento y que no comparten esa visión de vida, por varias razones:

• Por las veces que tienes que trabajar cuando no tienes el mínimo deseo.
• Cuando tienes que reunirte con un cliente y a último hora te deja plantado.
• Porque muchas veces tienes una idea que piensas que será rentable y no ve los resultados del trabajo que realizas en el corto plazo.
• Por todas las propuestas de trabajos que entregas y no recibes esa respuesta positiva que tanto esperas.
• Por todos aquellos que entienden que tus decisiones no son acertadas y a pesar de que tu idea es buena, no recibes una retroalimentación positiva de los demás.
• Por las veces en que los comentarios negativos te llegan a afectar y no tienes como responder a los demás porque estás navegando en la incertidumbre.
• Muchas de las decisiones que tomas no tienes toda la certeza de estar en lo correcto, pero alguien tiene que hacerlo.
• Por todas las trabas que te ponen los organismos gubernamentales que no te dejan desarrollar tu negocio como quieres.

En esos momentos tienes que sacar fuerzas de donde no tienes, llorar por dentro mientras sonríes a las personas que amas, aprender a decir que todo está bien cuando muchas veces no lo está y aprender a celebrar las pequeñas victorias por más insignificante que parezcan (1). En los momentos más difíciles, tienes que estar dispuesto a salir y comerte al mundo y aceptar los momentos que te causan frustración y que llegan a causar estrés.

En esos momentos en que has cometido errores y te das cuenta que eres un ser imperfecto como cualquier ser humano, tienes que echarle ganas, perseverar hasta encontrarle sentido a lo que no lo tiene y asimilar que esos bajones de ánimos son normales y que no solo debes disfrutar las metas, también debe disfrutar el proceso (1).

Porque el principal error del emprendedor es creer que puede solo con todo lo que viene, y cuando se da cuenta de no saber todo lo que enfrenta empiezan las desilusiones, en vez de pensar que esas batallas constantes lo único que hacen es ayudarlo a crecer. Si logras triunfar vendrán las historias y los casos de estudios donde tendrás que explicar como lograste tumbar todos los escollos que tuviste en tu camino y aprenderás a reconocer con orgullo lo que hiciste.

El emprendedor es diferente y eso es lo que lo hace grande, si tu también estás emprendiendo, échale ganas y no te desanimes, que tu historia puede ser una más de tantas historia de éxito que presentan nuestras sociedades.

(1) Las 15 leyes indispensable del crecimiento , John C. Maxwell

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